Durante estas semanas de parón por las ventanas FIBA muchos equipos ACB han aprovechado para ajustar sus plantillas, algunos incluso cambiando de entrenador. Entre lesiones, malos resultados y algún rapapolvo, en el Baloncesto Fuenlabrada no han sido menos.
Justo en el último encuentro disputado finalizaba la vinculación de Edgar Vicedo con el club. El jugador parece haber encontrado acomodo recientemente en Santiago de Compostela, pues acaba de firmar por Obradoiro por un par de meses. El ex de Estudiantes llegó a Fuenlabrada como sustituto temporal del lesionado Leo Meindl, y con la presumible vuelta del brasileño a las canchas, no tenía hueco para continuar pese al buen trabajo realizado.
También se ha confirmado recientemente la incorporación al club del exterior serbio Dragan Milosavljevic, y en las últimas horas la salida de Sean Armand rumbo a Turquía. Firma en Petkim Spor, actual último clasificado.
Me gustaría aprovechar estas líneas para analizar un poco el cambio de cromos en Fuenlabrada entre el serbio y el americano, y en qué puede influir en el equipo a futuro.
La salida de Sean Armand
Para desgracia de muchos, finalmente Sean Armand no ha cuajado en Fuenlabrada. Un jugador con un perfil muy diferente a Melo Trimble como ya comentábamos en este scouting sobre el jugador cuando fichó por nuestro club, pero que pese a ello podía aportar muchas cosas al equipo que iban más allá de los puntos.
Analizando números en frío, se puede decir que no han sido malos. 11 puntos, 2,4 rebotes, 2,6 asistencias y un 42% en T3. En el lado negativo, el 37% en T2 y las 2,7 pérdidas cometidas en sus 23 minutos de media en pista. Al final, todo se queda en unos escasos 6,7 créditos de valoración y unas sensaciones más agrias que dulces.
Al ver estas estadísticas, a título personal se me vino a la mente un ex jugador nuestro: Pako Cruz. El mexicano que tantas alegrías nos dio me desesperaba en su año de debut ACB, especialmente en selección de tiro y defensa. En sus primeros 9 partidos en ACB, por hacer una comparativa con Sean, sus promedios fueron de 6,7 puntos, 0,7 rebotes, 1,3 asistencias y un 36% en T3. 1,3 pérdidas en 16 minutos en pista, jugando de escolta anotador. 2,5 créditos de valoración media.
Ambos ocupaban plaza de extracomunitario. Ambos tenían puntos, y sabíamos que podían hacer más cosas, siendo quizás Pako más anotador que Sean, y más versátil de cara al aro. Eso sí, con roles diferentes, y seguramente también con sueldos diferentes. Pero quería poner esta comparativa para poner un poco en contexto lo que es para muchos jugadores su temporada de debut en ACB, lo que cuesta, y la paciencia que en ocasiones se tiene y funciona.
Con Pako Cruz, la dependencia era menor. Había un tal Marko Popovic en ese equipo. Con Sean Armand, quizás la dependencia ha sido mayor, y nunca ha encajado en ese rol de primer o segunda espada. Está claro que le ha venido grande.
Y es que pese a todo, me gustaría ser justo con Sean Armand. Él no ha tenido el mismo contexto que Pako Cruz para crecer aquí. Uno al regazo de un mega crack. Otro, aterrizando a pie cambiado, teniendo que ejercer en el equipo de base por la lesión de Ziga Samar, un rol que no es el suyo, y que le ha pasado factura en una gran pérdida de confianza. Pronto se vió que había que quitarle el balón en las manos, igual que a Melo Trimble, para que sacase una mejor versión de sí mismo.
A partir de ahí, la competición se lo come. Mentalmente no sabe sobreponerse y se diluye. Timorato en los partidos hasta el punto de desaparecer cuartos enteros cuando posiblemente más se le necesitaba, algo que se acrecentó con la lesión de Leo Meindl. Un cuarto muy bueno contra MoraBanc Andorra que nos encarrila el partido. Anota 25 puntos al final, llegando a ir 7/7 en T3, una barbaridad. Pero poco más.
Dicho esto, está claro que el jugador tampoco ha ayudado en otras facetas al equipo. Y es que no todo en el baloncesto son los números. Las actitudes, comportamientos del día a día y en definitiva, la persona que seas a nivel de vestuario también influye. Y en equipos pequeños como el nuestro, mucho más. Aquí siempre hay que sumar. Todo lo que no sea eso, no nos vale. La gota que colmó el vaso fue su enzarzamiento con un insistente aficionado en redes sociales, comportamiento muy desacertado. Una forma muy rápida de cavarte tu propia tumba en Fuenlabrada. Y en cualquier equipo. Algo que dejó al descubierto una personalidad que no encaja con los valores del club.
Yo siempre estuve en su barco y no me escondo. Siempre confié en que un jugador de sus características nos venía muy bien como equipo. Para nada decisivo como Melo Trimble, un super clase en ataque que es muy complicado ver aquí, pero sí capaz de ayudar en otras facetas. Lógicamente solo hay que remitirse a los hechos para ver que ha defraudado, pero creo que en otro universo paralelo, sin la lesión de Ziga y sin la de Leo, en otro contexto, hubiese funcionado. Al menos, esa es mi opinión. Pero contra viento y marea, algunas personas no tienen ese carácter necesario para sobreponerse.
La llegada de Dragan Milosavljevic
Como se suele decir, a rey muerto, rey puesto. Antes de conocerse la salida de Sean Armand del Baloncesto Fuenlabrada ya se había hecho oficial la llegada de Dragan Milosavljevic. Incluso 10 días antes de hacerse oficial su fichaje, ya había rumores al respecto, con confirmación a través de Twitter de su agente Misko Raznatovic.
Reconozco que la primera vez que me llegó el nombre de Dragan Milosavljevic me entraron muchas dudas basadas en dos pensamientos: no me encajaba en la confección de plantilla, y su estado físico me daba miedo.
Sobre el primero de estos miedos, hay que tener claro que Dragan Milosavljevic no es para nada el mismo perfil de jugador que Sean Armand. Ni siquiera en su posición en pista. El americano era un 2, que podría actuar puntualmente de combo. El serbio siempre ha sido un 3 toda su carrera.
Sobre el segundo de estos miedos, es evidente. Dragan ha estado 21 meses sin jugar, formando parte de la plantilla de Unicaja en ACB, por una grave lesión de rodilla. Previamente a esto, remontándonos más años atrás, tuvo otra lesión importante en otra rodilla, que le dejó un año en blanco. Finalizando el pasado curso se fue a Serbia, al Mega Soccer, equipo de su agente, para probarse. Esta temporada inició en Turquía. 3 partidos sin apenas minutos y protagonismo. Muchas dudas.
Sopesando su fichaje tranquilamente, la verdad es que me he vuelto más positivo, os cuento mis motivos.
Primero, busqué opiniones y comentarios sobre él entre aficionados malagueños. Ni una mala respuesta. Todo positivo, mucho cariño. Un jugador tremendamente querido a nivel vestuario. ¿Quién iba a tener un tío 2 años parado en el equipo si no es por eso? Creo que aquí va a ayudar mucho a Obi Emegano en labores de mando.
También vi que se formó en el Partizan de Belgrado, equipo del que llegó a ser capitán. Sí, soy un romántico, pero con la relación tan bonita que tiene Fuenlabrada con ese equipo, y que él seguramente mamó siendo un niño, quiero pensar que jugar aquí incrementará su grado de implicación. Si ya de por sí es un gran profesional … creo que aquí ganamos. Además, conoce la ACB y tiene conexión serbia con Jovan Novak y Dusan Ristic.
Las dudas que tenía sobre su posición en la cancha las di la vuelta en positivo. Dragan Milosavljevic siempre fue un 3 fuerte, una locomotora, un toro. Un jugador muy inteligente en pista que además, subía siempre un punto el nivel defensivo exterior del equipo.
Si algo hemos visto en este Baloncesto Fuenlabrada es que no tenemos problemas en la ofensiva, faceta en la que más podía ayudar Sean Armand. Somos el 2º mejor equipo en ataque con 84 puntos de media, solo por detrás de UCAM Murcia (87,2). Leo Meindl se ha perdido 5 partidos, y se marchó lesionado siendo el máximo anotador de ACB con 17,8 puntos por encuentro. A día de hoy, el máximo anotador de la liga (teniendo en cuenta el mínimo de partidos necesarios para la clasificación) también es jugador de nuestro equipo: el gran Obi Emegano con 16,6 puntos por partido.
En cambio, en defensa nos cuesta una barbaridad, y es aquí donde puede ayudarnos mucho Dragan. Actualmente somos el peor equipo defensivamente de la liga con casi 89 puntos encajados por partido. Y así, no ganas a nadie. Viéndolo así, necesitamos más un jugador de su perfil ahora mismo.
Me imagino un quinteto con Ziga Samar, Obi Emegano, Dragan Milosavljevic, Christian Eyenga / Leo Meindl y Chema González / Kyle Alexander, y al menos 2-3 de ellos deben dar un alto rendimiento atrás. Es algo que necesitamos como el comer, especialmente para no encajar esos parciales tan amplios que tanto nos penalizan.
Además, Dragan es un jugador con muchísima experiencia, tanto en ACB como al máximo nivel europeo, llegando a disputar Euroliga con Partizan y Unicaja, y dando un rendimiento espectacular en Alemania con Alba Berlin, donde promedió 13 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias junto a un 44% en T3 en su última temporada allí, pese a no terminarla por una operación en el codo.
Es un jugador que llegado el momento, podría jugar al 2. No se fabrica sus propios tiros, pero es muy inteligente en pista. En ataque puede cumplir, pero donde debe dar su plus a este Baloncesto Fuenlabrada es en defensa. Creo que va a funcionar bien como pegamento del equipo. En pista y en vestuario. Es una rotación de calidad. Obviamente y con el historial que tiene a sus espaldas, la mayor incertidumbre radica en su estado físico, pilar de su juego. Mucha lesión grave. Mucho tiempo con apenas actividad competitiva. Y la ACB es muy exigente.
Pero entonces me vino a la mente un jugador que tuvimos aquí en una situación similar: el israelí Tal Burstein. Llegó en 2009 tras pasarse un año en blanco por una grave lesión de rodilla, con un caché importante a nivel continental con Maccabi Tel Aviv. Alero multiusos, capaz de secar al anotador rival o aportar en ataque. Referente en su selección nacional. Y terminó siendo importante para el equipo, lo que le valió su billete de vuelta al máximo nivel.
Pero sinceramente, tengo confianza en «Gagi», como le llaman en Serbia. Un balcánico no se rinde. Trabaja duro. Y él es un jugador así, de carácter. Su foto con la pancarta de los «Fuenla Blues» atrás con el «no te fallaré» me parece una premonición. Además, algo que hay que valorar mucho hoy en día es la persona que hay detrás. Su última acción en Málaga fue renunciar a gran parte del salario que le quedaba por cobrar para que el equipo pudiera firmar otro jugador. Esas cosas no se aprecian con mucha asiduidad, y creo que dice mucho de él como persona. Toda la suerte del mundo para él, porque le necesitamos. Ojalá disfrute de Fuenlabrada como lo hicieron hace muchos años los aficionados del Partizan.