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TIPS del Baloncesto Fuenlabrada (Jornada 17)

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La ACB no para y menos aún con jornadas por recuperar, como es este caso. La jornada 17 que nos tenía que haber enfrentado a Coosur Real Betis se debía haber disputado hace más de un mes, pero por culpa del COVID-19, no fue así. Ahora toca recuperarla entre semana, en un calendario muy apretado, y con un rival más reforzado, con fichajes ya entrados en dinámica e incorporaciones nuevas del calado de Travis Leslie y Jacob Wiley, que para ese partido no hubiesen estado. En honor a la justicia, tampoco nuestro Ray McCallum.

Tras 2 victorias consecutivas ante Zaragoza y Baskonia en casa, donde el equipo jugó un buen baloncesto especialmente defensivo, si eres seguidor del Baloncesto Fuenlabrada sabrás que este tipo de partidos son otra historia. Rivales directos fuera de casa… bueno, vamos a dar un repaso a lo que sucedió en el encuentro.

RIVAL

Coosur Real Betis

RESULTADO

Foto: Twitter del Baloncesto Fuenlabrada

TIPS

Escribo esta líneas desde mi descanso para comer en el trabajo. Sinceramente, visto lo de ayer, no me apetecía ni hacerlo. Pero por decencia a vuestra fidelidad y por poder compartir con vosotros un intercambio de opiniones más sesudo que en algún tweet en caliente, me siento en la obligación de hacerlo. Ya más reposado, no cambia mucho mi opinión sobre el encuentro.

Visitábamos la pista de Coosur Real Betis, colista de la ACB (en mejor dinámica que hace 1 mes, que es cuando debiéramos habernos enfrentado, y con más jugadores de nivel en plantilla, todo sea dicho). Pero si eres aficionado del Baloncesto Fuenlabrada, ya te hueles la tostada. Y si vienes de 2 victorias consecutivas, más aún.

Es algo que tiene este grupo de jugadores. Que se relaja. Que por algún motivo se sienten superiores a la mínima de cambio. Pasó en Santiago. Pasó en Bilbao. Pasó con Burgos. Pasó en Murcia. Y eso en una competición tan ajustada y con equipos jugándose la vida en su propio feudo, se paga caro.

No es que no quiera que no sigáis leyendo, pero tengo que hacer un spoiler obligado: se perdió el partido. Y lo peor no fue la derrota en sí, que ya digo que yo personalmente la tenía asumida. Lo dantesco fue la forma de perder. Un auténtico bochorno.

Desde el 1er cuarto se vio claramente el equipo que sabía lo que se estaba jugando y el que no, el que fue a Sevilla de turismo. Casi 10 puntos en contra en el primer cuarto que fueron irrecuperables. Un lastre durante todo el partido al que no pudimos darle la vuelta. En cierto modo, me recordó a nuestra victoria en casa ante un insulso Casademont Zaragoza.

Y es que de verdad no lo entiendo, no me cabe en la cabeza que en un partido tan importante, ante un rival directo, tiremos por la borda todo lo bueno conseguido antes y entremos a verlas venir. Cómo se puede tener esa falta de actitud y de tensión con lo que te juegas contra Betis. Es que prefiero perder de 50 con Baskonia y ganar a Betis de 1, por exagerar.

Shannon Evans incisivo, Anzejs Paseknics parecía Joel Embiid dominando nuestra pintura (10 puntos con 5/5 en tiros y 4 rebotes al descanso), y Dairis Bertans recuperó la muñeca y parecía Stephen Curry, asestándonos unos triples esquinados que dolían mucho. Salía Jacob Wiley y ponía una intensidad increible, peleando cada rebote.

Nos pasaron por encima no solo en juego, también en ganas. Hasta el punto de que saliera quien saliera, nos asfixiaba con su presión, haciendo que nuestro ataque tuviera que volver a medio del campo por no encontrar opciones, y reinventarse con apenas 10 segundos para pensar.

Josep María Raventós se vio obligado a pedir varios tiempos muertos para ver qué sucedía. Su rebote ofensivo nos destrozó, con lanzamientos que después de 3 intentos acababan en triple. Sus puntos tras pérdida, igual. Con pérdidas de Kyle Alexander o Dragan Milosavljevic que parecían asistencias para el rival. Y lo peor de todo, es que miras los números de final de partido, y está todo muy igualado, salvo el % de tiros de 2 y los puntos de contraataque.

El rival hizo un gran partido, pero también nos dio opciones que no aprovechamos. Yo estaba convencido que de ir igualados en el marcador, se pondrían nerviosos, pero no fuimos capaces. En el último cuarto lejos de reaccionar las diferencias se incrementaron hasta casi los 20 puntos, no solo tirando el encuentro, sino también un basketaverage muy valioso ante un rival ultra directo.

Y es que tras el descanso aparecieron para ellos otros jugadores. Shannon Evans se echó el equipo a las espaldas, dejando de estrellarse contra nuestra defensa y anotando cerca del aro con entradas muy agresivas y veloces que nadie podía parar. Además, volvió a generar para sus compañeros (8 asistencias).

Vitto Brown apareció desde la media – larga distancia ante la pasividad de nuestra defensa. 6/6 en tiros de 2, demasiados sencillos para él. Del mismo modo, Jacob Wiley se hinchó en el último cuarto cerca del aro y acabó el aro con 7/9 cerca de canasta. Unido al 5/5 de Paseknics, no es casual. 72% en tiros de 2 Betis, que llegó a rozar el 80% durante el partido. Es sinónimo de una gran pasividad defensiva.

De hecho, el equipo dejó a un lado la buena defensa de los dos últimos partidos para encajar casi 100 puntos. 99-83 y maquillando. Una derrota que vale doble, al menos para mi.

Analizando nuestros jugadores, el mejor ejemplo de nuestro mal partido es la aportación de Ziga Samar. No fue capaz de imponer su dirección (3 asistencias y 2 pérdidas), ni tampoco ayudar en anotación (4 puntos). Muy lejos de anteriores encuentros, aunque seguramente un jugador del perfil de Shannon Evans no sea el que mejor le vaya, sino todo lo contrario, se demostró que le hace daño y cometió bastantes faltas salvables regalando 2+1 al rival. Ojo, yo personalmente le disculpo, un partido malo lo tiene cualquiera y lo que he dicho otras veces, no debiera ser el referente, es muy joven.

El otro ejemplo es Dragan Milosalvjevic. Me gustó muy poco. Me desesperó. Diréis oye, que metió 14 puntos. Sí, 3/10 en tiros de 2 y 2/7 en triples. 3 pérdidas de balón. Le vi un IQ al nivel del de Russell Westbrook en la NBA. Un balón que por ser blando de manos le da en la cara. Pérdida. Otro le bota en el pie entrando a canasta. Pérdida. Otro tengo una bandeja fácil pero decido dar un pase al centro del campo a Kwan Cheatham para que se tire el triple desde ahí y por gracia divina lo mete. Va solo hacia el aro y falla el mate. Misma acción fallando la bandeja. Tiro cómodo de 2 pero no, me salgo al triple y prefiero tirar con un tío encima punteándome. Un mal día, OK. Pero a mi me desesperó.

De Dusan Ristic al final volvemos a lo mismo de siempre. Sabemos el jugador que es. Pero no me vale que un día te salgas, y luego me hagas 5 partidos malos. Ray McCallum, pocos minutos y muy desaparecido, inédito total.

Sinceramente, de lo poco salvable para mi fue el carácter de Leo Meindl (17 puntos aunque 1/6 en triples) y de Christian Eyenga, que su salida en pista se notó e incluso llegamos a estar a 3 puntos del rival en el 2º cuarto, cerca de remontar.

Jovan Novak fue nuestro máximo reboteador con 6 rebotes, 5 de ellos en ataque. Se valió de su inteligencia para sumar y tirar un poco del carro tras el descanso, pero sin mucho éxito.

Y Kyle Alexander bueno, reaparecía del golpe en el codo y no se le vio todo lo fino que esperábamos, pero es que cuando no estaba en pista, se veía que el rival campaba a sus anchas por la pintura. Aunque ni él ni Ristic pudieron hacer nada primero con Paseknics y luego con Wiley.

Termino con Kwan Cheatham. Bien en ataque, el que nos sostuvo en el partido realmente (19 puntos con 5/9 en triples). Incluso se le veían gestos de implicación. Pero su defensa en la 2ª parte ante Vitto Brown fue calamitosa.

Para mi el resumen de todo lo visto ayer es decepción total y absoluta con el equipo. Miro con celos a Bilbao, que ha conseguido 7 victorias seguidas, y contra rivales directos. O a Breogán, que con un gran inicio, saben mantener esa inercia positiva. Nosotros no. Nos relajamos y no queremos seguir ganando. Es como hacer lo justo en tu trabajo para que no te despidan en los momentos necesarios. Ni más ni menos. Pasar el trámite. No tener hambre de crecer y progresar. Y lo peor aún, dejas ver tus vergüenzas ante rivales directos. A lo mejor es muy duro esto, pero es lo que veo.

Me gustaría acompañar esta reflexión con este tweet de Félix, aficionado al Baloncesto Fuenlabrada, donde se ve de manera clara:

En fin, una lástima. Lo siento, no me quería encender y lo he vuelto a hacer. «Me he equivocado y no volverá a ocurrir». De nada sirven excusas ni lamentos.

Toca hacer borrón y trabajar duro para el próximo partido, también fuera de casa, visita a Gran Canaria para ver a nuestro amigo Oliver Stevic. Independientemente de ganar o perder, espero que la actitud del equipo cambie. Aunque está claro que sostener algo bonito en el tiempo en el Baloncesto Fuenlabrada es casi imposible.

ESTADÍSTICAS

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