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TIPS del Baloncesto Fuenlabrada (Jornada 28)

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Jornada 28. Todo sigue en juego en la Liga Endesa. La tarde de ayer era propicia para que cualquier persona que no se hubiese acercado nunca al Fernando Martín, se aficionase al baloncesto. Homenaje a los 30 años del Partizan de Fuenlabrada, el pabellón teñido de negro, con una gran entrada gracias a las acciones del club y partido frente a un rival directo. Un ambiente inmejorable para una tarde épica, de leyenda. Pero también para pegarse un buen traspiés. En cualquier caso, el encuentro no defraudó. Vamos a analizar lo sucedido.

RIVAL

Mobus Obradoiro

Monbus-Obradoiro-Logo

RESULTADO

Foto: Twitter del Baloncesto Fuenlabrada

TIPS

Estas fechas señaladas con tanta celebración dan un poco de miedo. Se pueden convertir en una fiesta, o en un suplicio. Ayer era uno de esos días, nos jugábamos mucho ante un rival directo y el ambiente fue inmejorable.

Ayer sí que el pabellón estuvo metido desde el primer minuto. El espíritu del Partizan de Fuenlabrada hizo acto de presencia, y pese a tener la Semana Santa llamando a la puerta, la grada no falló.

De nuevo, confiaba en la victoria, pero si os digo la verdad, tenía muy claro que íbamos a sufrir muchísimo. Obradoiro no me parece un mal equipo en absoluto, pese a que está como nosotros, con dificultades en la clasificación.

Hobbs es un gran cerebro, un perfil quizás similar al de Novak. Los hermanos Scrubb aportan físico y calidad. Robertson es un killer. Ellenson tiene una muñeca excelsa, aunque me ha decepcionado su temporada. Y por dentro, el ogro Birutis, al que cada vez que juega contra nosotros hacemos MVP.

Desde el primer minuto se vio que todo iba a estar muy competido. Salto inicial ganado por Birutis y a los 4 segundos, canasta de palomero de T. Scrubb. Sin embargo, fue el Baloncesto Fuenlabrada el que tomó la iniciativa en el marcador.

La defensa en este primer cuarto fue fundamental, con Ziga Samar como punta de lanza. Pero no solo eso, el joven base esloveno también lideraba la ofensiva del equipo.

Sosteníamos bien a Laurynas Birutis por dentro, pero el ajuste exterior no era el idóneo, y ahí era donde nos hacían daño. Lanzamientos liberados de Robertson, Hobbs o T. Scrubb que rara vez van a fallar.

Sin embargo, pasamos del 11-14 al 21-14, con un parcial de 10-0 culminado con el primer T3 de Kwan Cheatham y un gran 2+1 de Obi Emegano. Muy inteligente el capitán, buscando en el poste bajo la superioridad física ante Kassius Robertson, algo perfectamente estudiado.

Otro que salió enchufado fue Dragan Milosavljevic, ex capitán del Partizan. Muy motivado, un T3 suyo dejaba la máxima local al finalizar el cuarto (26-17).

Triple muy importante, ya que parecía que Obi Emegano no encontraba el acierto desde la larga distancia. Las 7 pérdidas de Obradoiro en este primer cuarto les condenaron. Sus % de tiro eran buenos, pero pudieron lanzar poco a canasta.

En el 2º cuarto apareció el verdadero Partizan de Fuenlabrada, con dos serbios tirando del equipo: Dusan Ristic (10 puntos) y Dragan Milosavljevic (9 puntos).

El esfuerzo defensivo de Dragan Milosavljevic fue excepcional, como digo, le vi muy centrado y motivado. Gracias a él conseguimos la máxima en el marcador (+14, 34-20 min. 13), pero 2 triples consecutivos de Kassius Robertson dejaban nuestro buen hacer en nada, obligando a Josep María Raventós a parar el partido.

El equipo deja de funcionar en ataque, pero por suerte el rival tampoco estaba pletórico. Lanzamientos exteriores liberados fallados y tiros libres dejados por el camino que nos permitían mantener cierta ventaja.

Aparece la sociedad Ziga Samar – Dusan Ristic haciendo mucho daño. Antes del partido, tenía claro que el papel de Dusan ante jugadores tan interiores como Birutis y Okouo iba a ser clave. 10 puntos consecutivos del serbio, con 2 triples frontales marca de la casa, ponían el +15 en el marcador (45-30 min. 17), ventaja que pudimos mantener hasta el descanso con otros 5 tantos de Dragan Milosavljevic (50-34).

Si hay que poner un pero al equipo llegado el ecuador del partido, son las faltas de Kwan Cheatham, y la precipitación en alguna ocasión de Leo Meindl. Lo demás, funcionó perfecto. Muy buena defensa, buena aportación del banquillo con anotación (Dragan) y defensa (Eyenga). Líderes en rebotes, % de tiro, menos pérdidas que el rival. Pintaba bien.

Pero ya somos perros viejos y nos conocemos. Esto es Fuenlabrada. Y eso que tras la reanudación, el partido comenzó de manera maravillosa. 2+1 de Kyle Alexander, la potencia de Leo Meindl que culmina un gran contrataque y, ahora sí, triple de Obi Emegano para colocarnos con un +18 nada más comenzar (56-38 min. 22). Lo para Moncho Fernández, y a partir de aquí, todo cambia.

Y cuando digo todo … es todo. Empezando por un doble rasero arbitral. Hasta el descanso, nada que objetar. Se permitía jugar, algún error para ambos bandos, pero bien pitado. A partir de aquí … el atraco fue tremendo. Ya es habitual que para que el Baloncesto Fuenlabrada entre en bonus se tienen que alinear los planetas, pero jugadas tan evidentes como pasos, zona, un balón que bota en la línea, cargas en el aire … no se pitaban.

Pero no voy a achacar todo al arbitraje, estaría bueno. No quiero que sea excusa. Hay que hacer mucha autocrítica en este tercer cuarto. Sinceramente, creo que la gestión del banquillo no fue buena. Con nuestros problemas de faltas en el juego interior (Kwan Cheatham, Dusan Ristic y Kyle Alexander llegaron a estar con 3 personales), jugamos demasiado con el marcador. Jugamos con fuego y nos quemaron.

Creo que con el +18, la idea era sostener el partido con suplentes, aunque recortasen algo, y en el último cuarto rematar sacando toda la artillería descansada. Pero eso lo puedes hacer, y me parece bien, pero hasta cierto punto creo yo. Si ves que del +18 te bajan de 10 … a lo mejor tienes que recoger cable. No puedes jugarte un momento clave del partido, con todos mis respetos, con Novak, que no está físicamente, y Chema y Juan Fernández por dentro.

Total, os he hecho spoiler, pero del 56-38 pasamos a un 60-61. De pensar en incluso recuperar el basketaverage perdido en Santiago (-12) a cagarnos encima, al menos yo. Parcial de 4-23, que se dice pronto, y partido nuevo.

¿Cómo pudo venir este parcial? Lo resumo. Primero, un doble rasero arbitral, que permitía un juego excesivamente físico en un lado de la cancha, y en otro no. No veía pasos ni zonas.

Segundo, la defensa de Vinny Okouo fue muy importante, no estábamos acertados de fuera en este punto y nos tapó muy bien la pintura.

Tercero, nuestro quinteto de circunstancias y la incapacidad de parar el partido, ni con tiempo muerto (algo que es habitual, porque nos gusta tener 2 para el último cuarto) ni con cambios de jugadores importantes (por ejemplo, Leo tenía solo 1 falta y no entró).

Y por último, su acierto exterior: 6 triples en el tramo final del cuarto. No supimos ajustar y nos pasaron por encima. Entramos en el cuarto decisivo con 2 abajo (65-67) habiendo sido superiores durante gran parte del encuentro.

Mucho miedo y manos a la cabeza. La tarde – noche prometía fiesta, y podía convertirse en pesadilla. Pero calma, este guión lo hemos visto contra Murcia y Bilbao, y el final fue feliz. Confiemos.

Empezamos con un T3 de Kwan Cheatham. Qué falta hacía, nos ponemos por delante. Pero entramos en un intercambio de golpes peligroso. Vuelve a aparecer Dusan Ristic bailando en la zona, pero un T3 de Álvaro Muñoz nos mata.

Es imposible volver a tener el control del partido, se lo puede llevar cualquiera. Buscamos más la falta que la canasta, con un juego muy agresivo hacia el aro, y el arbitraje no está por la labor de concedernos tal merecimiento.

Pero también entendemos cuál es la vía para ganar el partido. Luchar cada balón, compartir con el compañero y que la grada se encienda. Y así se hizo. 14 rebotes, 7 ofensivos, 8 asistencias por tan solo 3 pérdidas, y la grada apretando.

Rebote en ataque de Obi Emegano y al fin, triple a pies parados de Leo Meindl. No tras bote, no precipitado, bien tirado. 77-74. Tiros libres para Okouo … falla el 2º y rebote en ataque y canasta de Álvaro Muñoz. Otra vez se queda en nada.

Canasta de Kwan. Triple Beliauskas. Canasta de media distancia de Obi. Otra más para el capitán. De nuevo 3 arriba, y el tiempo corriendo, 83-80. A ver si esta es la definitiva. Obviamente del basketaverage ni hablamos, con ganar de 1 nos vale a cualquiera.

Falta en ataque discutible a Ziga Samar. Pérdida y técnica al banquillo. Iguala Obradoiro. Mate de Kyle. Mate de Okouo. Tira Obi forzado, no pitan nada … y triple de Henry Ellenson. Aparece en el momento clave. 85-88. Canastón de Obi Emegano replicada por una de T. Scrubb encarando el aro con mucho poderío.

Queda poco más de 1 minuto y vamos 3 abajo (87-90). Quedando tan poco, nunca hemos estado en estas circunstancias de remontar. No voy a negar que tenía miedo de perder el partido, después de ir tan arriba. Pero algo me decía que íbamos a ganar.

Hachazo de Vinny Okouo que comente su 5ª falta. Partidazo, mejorando a su equipo desde la defensa. Mete los 2 tiros libres Ziga Samar. Falla un T3 Kassius Robertson, de los suyos, bien tirado. Rebote Leo. Ataque resuelto por Kyle Alexander. 91-90. Uff.

Tiempo muerto rival. Triple forzado de T. Scrubb, falla, rebote ofensivo de Ellenson, ahora lanza el hermano, solo, desde la esquina opuesta … que miedo mamá. Falla, el balón está vivo, hay de todo, no se pita nada… Leo va con todo, desde el suelo se hace con ella aunque le caen en la espalda. Consigue sacarla para un contrataque de Obi Emegano que encesta. 93-90. Lo revivo según escribo y aún me pongo nervioso. Partido en el bolsillo … ¿o no?.

Otro tiempo muerto rival. No tiene que haber triple. Y allá iba Kassius Robertson, a meter el suyo frontal para hacernos la vida imposible. Pero allá va el capitán, que lo lee, y le hace falta antes. Apenas corre el tiempo y mete los 2.

Nos cuesta Dios y ayuda sacar de fondo. Queremos dársela a Obi para que le hagan falta y lo saben, no nos dejan. Hasta en 3 ocasiones estamos a punto de perder el balón en nuestro propio saque. Mucha tensión, finalmente recibe Ziga Samar y falta. Falla los 2 tiros libres.

Ataca Obradoiro para ganar. Tiro esquinado para Kassius Robertson, esta vez con Ziga Samar muy encima. Es de 2 … y falla. Rebote para Leo Meindl que recibe la falta. Falla el primer tiro libre. Otro fallo … 2,8 segundos le quedan al partido. «Tira a fallar», le grita Christian Eyenga desde el banco. Moncho ya tenía preparado el tiempo muerto y el cambio pertinente para la última jugada.

Pero no le dio tiempo. Falló Leo Meindl, y sus ganas le hicieron que se llevara hasta su propio rebote. Final agónico, pero la victoria se queda en el Fernando Martín. Respiramos hondo, suspiramos, y los jugadores vuelven a salir a saludar. Nos fundimos con ellos en un abrazo eterno, una comunión especial entre equipo y grada. Esto es Fuenlabrada y esto es nuestro maravilloso deporte, el baloncesto.

Turno de analizar a los jugadores. El club ha elegido como MVP a Christian Eyenga. Me parece demasiado. Lo que sí es cierto es que su partido fue buenísimo, especialmente a nivel defensivo. Tuvo que jugar los minutos que Kwan Cheatham no disputó por sus problemas de faltas al 4. Y estuvo acertado en su toma de decisiones. Le necesitamos así.

Hablando de Kwan Cheatham, sigue estando un pelín irregular. No está en su mejor tramo de forma de la temporada. Ayer se autoeliminó del partido constantemente. Era salir y cometer una nueva falta que le metía en problemas.

Me gustaría hablar también de nuestros serbios, comenzando por Dusan Ristic. Sigue mejorando, sigue creciendo. Atrás, mejora «piano piano». Su implicación además es innegable, su fusión con la grada. Ofensivamente nos da la vida. Bailó al poste, y metió 10 puntos en el 2º cuarto que nos dispararon en el marcador, sacando de sitio a Birutis. Una de las claves del partido. Desde aquí, sigo haciendo campaña para su renovación.

Otro que dio un paso al frente fue Dragan Milosavljevic, ex capitán de Partizan, jugando de negro debió sentirse como en casa. Muy bien en defensa, correcto en su IQ en ataque, y muy decidido en sus lanzamientos en ataque. Otro de los artífices de nuestro gran 2º cuarto, muy enchufado.

El que sigue sin estar muy fino es Jovan Novak. Ese tobillo le está lastrando demasiado. Apenas generó juego ni ventajas, pero apareció con un triple importante en el intercambio de golpes del último cuarto.

Por números, seguramente el MVP del equipo fue Leo Meindl. Comenzó enchufado, con 6 puntos, pero se pasa de revoluciones y va reduciendo su rendimiento en el partido. Por momentos puede desesperar, resultando individualista, tirándose hacia el aro o lanzando tiros tras bote que no son lo mejor para el equipo.

Sin embargo, su carácter es lo que le hace especial. Es un guerrero. En el último cuarto metió tan solo 3 puntos, con un triple bien tirado. Pero fue el mejor del equipo. Repartió 4 asistencias, entendiendo que es lo que tenía que hacer, dejando atrás sus malos minutos del 2º cuarto. Y cogió 6 rebotes, iba a todas, como un auténtico coloso. Esa jugada final que nos da el partido, tirando de huevos, desde el suelo, y que culmina Obi. Ese es el Leo que a mi me gusta.

Y bueno, qué voy a hablar de Obi Emegano. Es nuestro capitán, nuestro líder, nuestro faro. Parecía que estaba haciendo un mal partido, pero acaba con 22 puntos. Forzó varios lanzamientos que se quedaron cortos, y no estuvo tan acertado desde fuera, pero creo que a veces le fundimos demasiado. Quizás es que no podemos vivir sin él.

Lo que te da Obi Emegano es incalculable. No solo se encarga de secar al jugador rival enrachado, sino que te aguanta a un Birutis en la pintura en un cambio, o saca un 2+1 en ataque. El hombre de hielo desde el tiro libre. Y pide calma a la grada cuando debe hacerlo, así como la aviva cuando el equipo le necesita. Obi, no vas a leer esto, pero hacía mucho tiempo que no me sentía identificado con ningún jugador de Fuenlabrada como contigo. GRACIAS.

Ojo también al partido de Ziga Samar. 9 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. La solidez personificada. Va a volar muy alto.

Discreto Kyle Alexander para lo que hemos visto de él en otros partidos. Pero en defensa le veo muy bien, mucho más centrado. Prefiero a este Kyle que el de inicio de temporada, que parecía que solo lucía para la estadística. Apareció cuando tuvo que hacerlo, con un importante palmeo en el tramo final del partido.

Jugamos como un auténtico bloque para llevarnos el encuentro, y eso es lo que más me gustó. Ganamos el rebote 39 a 29, limitando la sangría que tuvimos contra Bilbao. De esos rechaces, 14 fueron en ataque.

20 asistencias y 14 pérdidas (mismas pérdidas que el rival, que cometió 7 de ellas en el 1er cuarto, también mejoraron). Volvimos a compartir el balón, especialmente en el último cuarto (8 asistencias, 4 de Leo), cuando entendimos que era necesario para ganar el partido.

9/22 en T3, 40%, pero hemos sabido reinventarnos con muchas canastas en la pintura. No sé si estamos en nuestro mejor momento, porque tenemos altibajos en parciales que nos matan, pero en casa siempre nos levantamos, nos reponemos, y ganamos.

Celebremos, pero no nos confiemos. No hay nada hecho aún. Quedan 7 partidos y ahora viene la cuesta arriba con 3 fuera de casa. Tenerife, Badalona y Valencia. Al menos, hay mucho enfrentamiento directo entre equipos, lo que significa que solo puede sumar 1 en cada encuentro.

Lo que está claro es que hemos conseguido tomar mucho aire, que nos sirva para trabajar con más tranquilidad. Y cuanto antes consigamos nuestro objetivo, mejor. Eso sí, con partidos como estos, no sé si vamos a llegar todos los aficionados vivos al final de temporada.

Aunque por imagenes como esta, merece y mucho la pena ser aficionado del Baloncesto Fuenlabrada.

ESTADÍSTICAS

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P.D.: agradecer como siempre las pedazo de fotos que hace Alba Pacheco y que ilustran muchas de estas entradas.

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