Aquí vamos con una nueva entrega de nuestra «Miscelánea NBA», en esta ocasión enfocada en la primera quincena de Noviembre. Ya sabéis, toda la actualidad de la NBA en titulares (podéis consultar la del mes de Octubre en este enlace).
En esta ocasión hablaremos del estallido de Brooklyn, el entrenador de los Jazz Will Hardy o de cómo está desapareciendo el juego al poste en la NBA, entre otras cosas. ¡Vamos al lío!
Explota el polvorín en Brooklyn
Brooklyn Nets era un equipo para triunfar cuando logró juntar a Kyrie Irving, James Harden y Kevin Durant. Múltiples lesiones, una pandemia de por medio y algún terraplanismo que otro, el mayor logro de la franquicia fue llegar a las semifinales de Conferencia de la temporada 2020/21.
El primero en abandonar el barco fue James Harden el pasado curso. A cambio llegó un Ben Simmons que se tiró todo un año sin jugar, una incógnita total que en los 9 partidos que ha disputado con la camiseta de los Nets apenas ha promediado unos pobres 5 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. No llega al 666 de milagro.
Además, este mismo verano, Kevin Durant amenazaba con marcharse, harto de la continua estabilidad del proyecto de Brooklyn, y apuntaba directamente a la gestión deportiva y al banquillo. En esta entrevista en el Washington Post matiza todas sus declaraciones.
La temporada no empezó bien para los Nets, y finalmente Steve Nash dejó de ser entrenador del equipo, mientras que Kyrie Irving, tras unas controvertidas declaraciones sobre la etnia judía, fue apartado indefinidamente. Kevin Durant se salió con la suya … o no. Porque ahora quizás esté demasiado solo. Lo único cierto es que, tras estallar el polvorín, el equipo ahora dirigido por Jaque Vaughn sigue dando una de cal y otra de arena. Balance de 6-8, veremos como acaban.
Will Hardy: el artífice del éxito de Utah Jazz
Tras desprenderse de Donovan Mitchell, Rudy Gobert y Bojan Bogdanovic este verano, los Utah Jazz eran un equipo listo para el «tanking» esta temporada en busca de reconstruir y hacerse con un buen pick del próximo Draft. Sin embargo, la franquicia mormona lideraba la Conferencia Oeste hace no mucho, con un récord de 10-3.
Aunque el equipo parece haberse desinflado un poco (2 derrotas consecutivas que les han dejado con un 10-5 al cierre de estas líneas), ya hablamos en la anterior edición de «Miscelánea NBA» de la buena actuación de jugadores como Lauri Markkanen.
Sin embargo, el principal artífice de que este engranaje funcione parece ser Will Hardy, quien a sus 34 años se estrena como entrenador jefe siendo el más joven de esta temporada junto a Jon Mazzulla, el accidentado entrenador de los Boston Celtics tras el «caso Udoka».
Y es que Hardy seguramente sea un gran desconocido para el gran público. Su historia puede parecer bastante recurrente: un joven al que le apasiona el baloncesto, es conocedor de sus limitaciones como jugador y tras hablar con un mentor (en su caso, Curt Tong), su vida cambió.
Resulta que Tong era muy amigo de Gregg Popovich, a quien recomendó a Hardy con insistencia pese a tener tan solo 22 años, pasando un proceso de selección al que optaron más de 70 perfiles. El puesto era para el departamento de video de los San Antonio Spurs, precisamente el que pocos años después consiguió liderar, hasta convertirse en entrenador asistente en 2016.
Muchos pensaban que Will Hardy sería el futuro reemplazo de Gregg Popovich en San Antonio (como tantos otros que han sonado para ello), sin embargo en 2021 puso rumbio a Boston, su ciudad, cuando recibió la llamada de Ime Udoka, otro ex asistente de los Spurs.
Esta temporada Danny Ainge, ahora General Manager de Utah Jazz, le llamó para ofrecerle el puesto de entrenador jefe. Pese a su bisoñez, tiene fé ciega en él para que lidere el nuevo proyecto, y Will Hardy está respondiendo con creces.
Os dejo este tweet donde podéis acceder al interesante podcast de Woj, donde precisamente hablaba con él.
Sí, hay que hablar de Luka Doncic
No paran de lloverle los elogios a Luka Doncic. Muchos piensan en él como el inminente MVP de la NBA y no es para menos, ya que su inicio ha sido demoledor.
En sus primeros 9 partidos de esta temporada el esloveno ha superado la barrera de los 30 puntos, siendo actualmente el máximo anotador de la NBA con 34,3 puntos por partido.
De este modo ha conseguido efemérides nunca vistas antes en el inicio de una temporada NBA, más concretamente desde la época de Wilt Chamberlain (1962-63), que llegó a enlazar hasta 23 encuentros consecutivos por encima de 30 puntos, hito casi imposible de superar.
Luka Doncic sigue maravillando a todos, y es que además de su capacidad anotadora, añade la nada desdeñable cifra de 8,7 rebotes y 8,1 asistencias a su repertorio. Por algo es el «Golden Boy» de la NBA.
El juego al poste está muriendo en la NBA
Un tópico en los últimos años es el cambio de paradigma en la NBA, donde el tiro de 3 puntos y el juego dinámico ha dejado muy de lado la media distancia o los 5 puros. Ahora cualquier debe tirar (y meter) de 3 para ser referente en la mejor liga del mundo. Obviamente hay excepciones, pero son casos de jugadores fuera de serie muy buenos en lo suyo.
Hace unos días, el gran Kirk Goldsberry publicaba en su cuenta de Instagram un gráfico muy potente sobre la evolución del juego con los jugadores interiores.
Como veis, el gráfico habla de las posesiones que se meten al poste durante los partidos. Me ha parecido muy interesante traerlo, porque es muy esclarecedor. Sobran las palabras.
Sin embargo, aún queda esperanza para el juego en la pintura … aunque no necesariamente en jugadores interiores. Hablamos de exteriores a los que se les atraganta el triple y que son élite entrando a canasta. De’Aaron Fox, Ja Morant … y el jugador que os traigo. Shai Gilgeous-Alexander. El canadiense anota 17,1 puntos de media en la pintura, una barbaridad.
Darius Garland y Joel Embiid, los primeros en pasar de 50 puntos
Llegan al fin las explosiones anotadores a la NBA, comenzando por la de Darius Garland, que fue el primer jugador en pasar de los 50 puntos este curso. Nada más y nada menos que 51 puntos, ¡27 de ellos en el último cuarto! y 10 triples.
Solo LeBron James y Kyrie Irving han anotado más puntos en un partido con la camiseta de los Cavs.
Pero la cosa no quedó aquí. Ipso facto, Joel Embiid le tomó el relevo anotando la máxima anotación de la temporada a día de hoy: 59 puntos, a los que añadió 11 rebotes, 8 asistencias y 7 tapones. PAR-TI-DA-ZO, rozando el jugador total. Nadie en la historia había hecho un partido tan completo, al menos desde que se contabilizan los tapones.
26 puntos en el último cuarto. Aún así, es la 5ª máxima anotación de la historia de Philadelphia 76ers, por detrás de las de Wilt Chamberlain (68, 65, 62) y Allen Iverson (60).
Y hasta aquí un nuevo resumen de «Miscelánea NBA». Espero que os haya gustado, y si es así, comentéis o compartáis el contenido.
Un abrazo y nos vemos en el siguiente!