SURNE BILBAO BASKET vs CARPLUS FUENLABRADA: «Golpe de realidad»
Nadie dijo que esto fuese fácil. Nos despertamos del maravilloso balance de 3-1 con José Luís Pichel en Bilbao, en un encuentro donde no tuvimos la mínima oportunidad de ganar, y se vio desde el inicio. Los locales nos pasaron por encima, y más que en juego, en ganas.
Algunos jugadores siguen sin aparecer, al menos como muchos esperamos que lo hagan. Se nos vieron las costuras en un partido que hay que analizar, pero también tendremos que olvidar rápido, porque el próximo fin de semana nos visita el Joventut de Badalona en el Fernando Martín. Intentaré llevaros a través de mis sensaciones en este artículo.
EL RIVAL
Surne Bilbao Basket

Tenéis un análisis de su plantilla 2022-2023 en este enlace.
EL RESULTADO

EL PARTIDO
A nivel competitivo, el partido no tuvo mucha historia, ya que prácticamente durante los 40 minutos Surne Bilbao Basket lideró el marcador.
Salimos con un quinteto que parece bastante asentado en las últimas jornadas: Jovan Novak, Jeremy Senglin, Lasan Kromah, Juan Fernández y Dusan Ristic. Comenzamos el partido con un 0-4 inicial, que a la postre fue un auténtico espejismo.
Nuestra última ventaja fue un 5-7 en el minuto 7 gracias a un triple de Dusan Ristic. A partir de ahí, el equipo desapareció. Bilbao nos endosó un parcial de 19-3 que les colocaba 24-12 en el marcador, y que aunque aún albergásemos esperanzas de remontar, las sensaciones no invitaban a ello.
Y es que este parcial de los vascos vino cimentado en una mayor motivación de los locales, y quizás cierta pasividad nuestra. Una jugada lo ejemplifica todo: pase sin tensión en el medio del campo de Jovan Novak, de lado a lado, que corta Xavi Rabaseda como un rayo para machacar a la contra. Y es que el catalán estuvo especialmente motivado desde el inicio, tanto en ataque como defendiendo muy duro a Lasan Kromah.
El equipo no funcionó, ni con Jovan ni con Clevin. Ni siquiera con Jeremy Senglin, al que vi totalmente incapaz de generar acciones productivas en ataque, y al que en defensa Adam Smith le hizo un traje, con muchas cestas liberadas. Debajo del aro, el cerrojo estaba puesto, tanto con Withey (que duró poco por las faltas) como con Kyser. Nos zampamos 3 tapones en este primer periodo y un 7/9 en canastas de 2 para Bilbao.
El 2º periodo no empieza mejor. Pasillo hacia el aro de Niko Radicevic ante la atenta mirada de Clevin Hannah, que en la jugada inmediatamente posterior pierde el balón en un mal pase. Pichel le tiene que cambiar al momento, se nos iba el partido.
Y justo inmediatamente después, la hecatombe. 2 faltas seguidas de Christian Eyenga. La 2ª en mi opinión, no era, porque se aparta y son pasos del rival. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que pierde los papeles, los árbitros le habían avisado ya de que se tranquilizase. Les aplaude y se lleva técnica, y les dice de todo y ya se lleva la descalificante. Está fuera del partido.
Puede ser cierto que todo venga precedido de una mala decisión arbitral, pero para mi, sus acciones posteriores son de técnica. A mi me las han sancionado jugando en ligas municipales. Y con el reglamento en la mano, si el árbitro interpreta que es una ofensa hacia ellos, es técnica. ¿Qué a otros jugadores de la liga no les pitan nada por cosas incluso peores? Ya lo sabemos. Pero esto es así, y creo que si reclamas algo, tienes todas las de perder.
Lo que más me fastidia es que Christian es reincidente en esto. Los árbitros le conocen y le tienen tomada la matrícula, saben que se enciende rápido. Es mejor contar hasta 10, tener la sangre fría (aunque sea muy difícil) y hacer valer tu veteranía, para no incurrir en estas «trampas» que te ponen. Porque lo único que consiguió es dejar al equipo con un jugador menos, en el puesto de 4 que es donde más le necesitamos, más aún sin Bassala, y con el rival en bonus con 8 minutos y medio de cuarto por jugarse.
Al final, todo se saldó con un marcador de 30-17, que visto lo visto, podría haber sido peor. Personalmente con lo mostrado por el equipo, ya di el partido por perdido. Sin Bassala y ahora sin Eyenga, la 2ª unidad que cambiaba partidos con su intensidad y energía se había esfumado. Y con un rival que nos tenía maniatados, a su merced.
Vi a Dusan Ristic fuera del plan de partido. Obviamente, siempre hace números, pero eso no sirve. Atrás muy mal, sabíamos que iba a sufrir, pero además estaba como frustrado, quejándose a sus compañeros, que en algunas acciones también tendrían parte de culpa. En ataque la cosa no mejoraba, muchas veces no buscaba al compañero y se lanzaba tiros fuera de lugar.
Dos chispazos de Juan Fernández, jugando muy bien sin balón, nos mantienen en la lucha (38-27 minuto 26), pero es que el argentino tiene esto, 2 minutos buenos, y luego desaparece para el resto del encuentro.
Bilbao pega un nuevo estirón antes del descanso, y con un parcial de 7-1, coloca la máxima hasta la fecha: +17 con el 45-28. Nuestros ataques consisten en una bandeja kamikaze de Hannah, que no anota, y un tiro jordanesco de Senglin, con paso lateral y desequilibrado desde la cabecera de la bombilla, que tampoco entra. En nuestro aro, Hakanson tiraba liberado mientras Hannah llegaba tarde a su defensa, mientras que la movilidad de Kyser hacía estragos en nuestra pintura. Canastas relativamente sencillas.
Nos vamos con un 47-33 al descanso, gracias a la producción final de Viny Okouo, pero con la sensación de que lo mejor del partido era el resultado. Al menos, esa era la mía.
Tras la reanudación, el equipo hizo un atisbo de reacción. Vimos a un Senglin más incisivo, y un 2+1 de casta de Dusan Ristic y un triple de Jovan Novak nos daban esperanzas de romper esa barrera de los 10 puntos de diferencia (56-45 minuto 24).
Los «hombres de negro» incurren en varias pérdidas de balón, pero les salva que en ataque siguen consiguiendo lanzamientos relativamente cómodos. Nosotros no somos capaces de aprovechar esos regalos en forma de pérdida de balón, ya que se los devolvemos casi de manera instantánea. Es aquí cuando se acaba el partido.
Pasamos del 56-45, al 74-49 en poco más de 5 minutos. Otro parcial demoledor de 18-4, donde la facilidad para anotar de Bilbao abruma. 10 puntos de Ludde Hakanson y 8 de Adam Smith, con tiros siempre cómodos.
De ahí al final del partido, no se vio mucho más. Algunas acciones de nuestros jugadores que estaban desdibujados, y mejor no seguir incidiendo en ellas. Al final, el peor ataque hasta la fecha de la ACB nos anota 109 puntos, con la sensación de meter muchas cestas fáciles o liberadas, ganándonos cada uno de los 4 cuartos. Su mejor anotación histórica en un partido de 40 minutos sin prórroga.
De lo poco positivo, el ímpetu de Viny Okouo, que se fue hasta los 18 puntos.
El encuentro también nos dejó un gesto feo al final, que algunos entiendo que puedan tachar de profesional. Con +30 a favor tras ir Bilbao a hacer sangre en el marcador, Jeremy Senglin corre la pista y consigue un 2+1. Xavi Rabaseda cree que está fuera de tiempo, y pide revisión. Ganando de 30. Como si le fuese la vida en ello. En otras circunstancias, puedo comprar lo del basket average, incluso que es por tener un mejor puntaje de cara al corte de la Copa del Rey. Pero viniendo de quien viene, me parece un gesto feo, de venganza, por algo que le debemos haber hecho (que imagino será llamarle «pesetero», igual que a Salva Guardia, pero hay formas, y formas de encajarlo).
Partido para olvidar cuanto antes y reponerse. Analizar lo que hicimos mal y sobre todo, ver cómo se puede recomponer el equipo sin la figura de Bassala. Un golpe de realidad que debe volver a ponernos sobre alerta para no bajar la guardia.
ESTADÍSTICAS
LOS JUGADORES 1 A 1
CLEVIN HANNAH: parecía que iba en ascenso, pero ha demostrado que fue un espejismo. 11 puntos y 6 de valoración, con 3 triples con el partido decidido. Debe dar muchísimo más, este rendimiento no me vale en un crack como él.
JOVAN NOVAK: no tuvo su mejor día, como todo el equipo en general, y aún así le dio para repartir 8 asistencias.
JEREMY SENGLIN: 11 puntos y 5 de valoración. Lo que digo de Hannah, le aplica a él perfectamente. Su incidencia en el juego es inexistente. No desborda a nadie, y la única ventaja que saca es con su tiro dando un paso atrás o al lado, tirando desequilibrado. Y esas canastas Jordanescas es muy complicado que entren. Ya sabéis que me generaba dudas, que es un jugador que con lo que podría ser, bajo mi punto de vista se ha estancado… y lo está demostrando.
JAVI BEIRÁN: incluso con Eyenga fuera de combate, no llegó a 7 minutos. El de Joventut es el último partido que tiene firmado con nosotros, y parece que no se cuenta con él. Una pena, porque me pareció un gran tipo tras escucharle esta semana en «El Blues de Fuenlabrada».
RODIJS MACOHA: 10 minutos y muy poquita aportación, por no decir ninguna, en ambos lados de la cancha.
LASAN KROMAH: no lo tuvo fácil ante un ultra motivado Xavi Rabaseda, y un potente Álex Reyes, 2 físicos que no le van nada bien. Aún así, de los pocos del equipo que vi voluntarioso.
CHRISTIAN EYENGA: pasó de hacer seguramente el mejor partido de la temporada a inmolarse por completo. Cierto es que la falta que le pitan para mi, no lo es. Pero también que debería contar hasta 10 antes de intentar dialogar con los árbitros. Le tienen tomada la matrícula, y a la mínima le van a ajusticiar. Hay que ser más frío, más inteligente, que ya es veterano y no es la primera vez que sucede. Y encima, más aún con la lesión de Bassala, nos dejó huérfanos en el 4 y en la energía que aporta.
MARC GARCIA: buenos chispazos en el 3er cuarto cuando intentamos bajar de 10 puntos, pero luego se diluyó como todo el equipo.
PAVEL SAVKOV: papel testimonial en sus 3 minutos y 38 segundos. Hay rumores de que Baskonia rompa la cesión, y no me extraña.
JUAN FERNÁNDEZ: de lo poco salvable en los 2 primeros cuartos, y luego desapareció del partido. Excesiva responsabilidad por no poder contar con Eyenga. Muy bien en juego sin balón, pero mal, fatal, atrás. Mucho que mejorar.
DUSAN RISTIC: le vi desquiciado en la primera parte con sus compañeros, cuando él tampoco estaba aportando demasiado. Michale Kyser hizo lo que quiso con nuestros interiores, que son lentos y escasos de desplazamiento lateral. En el caso de Dusan, lo pagó bastante caro en defensa.
VINY OKOUO: el mejor del equipo por números y seguramente por ganas. Se le vieron las costuras en defensa junto a interiores móviles, igual que a Dusan, pero estuvo voluntarioso en su juego. 25 minutos, 18 puntos. Su mejor partido con nuestra camiseta.
LA REFLEXIÓN
La semana pasada hablábamos de que nuestra situación era de privilegio, 3-4 pese a los 2 tropiezos de principios de temporada. También comentábamos que ahora venían varios partidos contra la zona media alta de la ACB, siendo Bilbao más zona media que otra cosa, y que en estas próximas jornadas íbamos a testar nuestro verdadero nivel. Los resultados nos colocarán donde merezcamos estar.
El primer revés ha sido duro. Derrota de casi 30 puntos en Bilbao, recibiendo 109 puntos del equipo hasta ayer, menos anotador de toda la ACB. Podemos pensar que ellos tuvieron su día (109 puntos, 46% en triples … ) y a nosotros no nos salió nada. Es una lectura muy respetable. Pero creo que hay que entrar más en profundidad.
Ayer se vieron más que nunca las carencias del equipo. Se echó mucho de menos a jugadores como Hannah y Senglin, que no están a su nivel. Se frenó perfectamente a Kromah con exteriores potentes, limitándole mucho sus acciones de anotar. Se nos vieron las costuras por dentro, con 2 jugadores a los que les falta potencia física y desplazamiento lateral, donde un jugador móvil e intenso como Michale Kyser hizo lo que quiso. Se vio que el banquillo puede aportar los chispazos de vez en cuando de Marc, pero no hay mucho más ahora mismo. Y se vio que sin Bassala, el puesto de 4 se queda totalmente huérfano, con Eyenga autodestruyéndose y siendo insuficiente su aportación de energía para levantar al equipo, y con Juan dando 1 chispazo cada 10 minutos.
Y es que, hilando con esto último, y es algo que ya comentamos antes, vamos a echar mucho de menos a Bassala. No tenemos su perfil en la plantilla. El plus de energía con Eyenga de la 2ª unidad se ha esfumado. También la capacidad de defender a interiores móviles como Kyser ayer. O simplemente, jugar en ataque por encima del aro. Ahora, no tenemos nada de eso.
No vamos a dramatizar, lo de ayer puede ser un accidente, es un partido donde no estuvimos a la altura, y que hay que borrar cuanto antes de nuestra memoria para afrontar los siguientes. Pero no por ello vamos a dejar de analizar nuestros errores para ver cómo los podemos solventar. Que la plantilla se queda corta no es nuevo, ya lo sabíamos. Y que Bassala tapaba algunas de esas carencias, también. Ahora toca campeonar con lo que tenemos (ir al mercado, salvo «megachollo», lo veo inviable) hacernos fuertes en casa, e intentar sacar al menos 3 partidos más en esta primera vuelta.
Hay gente que debe dar de una vez por todas un paso al frente. Debemos dejar a un lado este partido y volver a ser el «Fuenla», recuperar nuestra esencia. Próxima parada, Joventut de Badalona (que viene de ganar al Barça) en el Fernando Martín. Apretarse el cinturón, que vienen curvas, y el equipo nos va a necesitar más que nunca.